Akil, Yucatán

La nueva enseñanza de la historia María del rosario Soto

La autora María del Rosario Soto doctora en ciencias sociales, con especialidad de historia, publica en la revista pro-eduka. Destacando  los siguientes puntos, por ejemplo que enseñar la historia, las estrategias que deben emplearse para realizar una clase significativa para los niños.  Menciona el concepto de “socio histórico”  y lo transcendente que es, pues de esta manera los educandos pueden analizar, reflexionar, aprender a ser personas críticas, podrán entender el tiempo histórico, comprendiendo la realidad en la que el estudiante vive, para que él pueda sentirse como sujeto histórico, y que pueda reflexionar sobre alguna situación similar en el futuro. Afirma que la historia que se enseña no ayuda a que los estudiantes puedan desarrollar una conciencia histórica, porque es una enseñanza que carece de significado real. Vivir en el mundo actual no significa que olvidar nuestras raíces.

La historia que debemos de enseñar no es aquella en la que se resalten las grandes proezas de los personajes heroicos de nuestra historia, sino que debemos darle más importancia a entender que todas las acciones tuvieron un impacto en el presente en el que nos encontramos, pero conservando lo esencial lo analítico de los hechos no solo lo bonito, sino contar la historia como realmente lo es, o por lo menos la más apegada a la realidad. En el actual enfoque pedagógico con el que se está trabajando, el constructivista, se trata de problematizar la historia, así el estudiante no solo aprenderá a pensar históricamente, sino que aprenderá a aprender.

Para ello se recomienda trabajar con fuentes históricas de primera, segunda, y hasta complementarias: fotografías, paisajes, archivos municipales, diarios, cartas de familiares. Cuando se le pide al alumno que sea él quien investigue, que explique, éste se apropia del conocimiento, y se entusiasma por conocer más. De esta manera el estudio de la historia puede tener una nueva perspectiva. “el alumno, en general no le gusta la historia porque implica un esfuerzo de memorización de cosas que le son ajenas” de ahí la importancia de que los alumnos se apropien de los conocimientos solo de esa forma podrán tener un ánimo hacia su estudio y dejaran de verlo como una carga. Para ello es necesario crear un ambiente agradable para el trabajo en cooperación, en donde cada alumno pueda expresar lo que piensa y siente, promover la responsabilidad y la solidaridad.

En el artículo se presentan algunas estrategias que la autora María del rosario soto propone:

Noticias: leer alguna noticia en diferentes periódicos para que los alumnos entiendan que un mismo hecho puede tener diferentes perspectivas (económicas, políticas, sociales, educativas etc.)

Visitar museos. Después de la visita, después de un mes se les pide que escriban a donde fueron y que fue lo que se les resulto más importante de ese museo.

Exposición de una serie de fotografías familiares en distintos lugares de México.

Biografía. Se les pide que escriban en algunos conceptos que usualmente se usan en las biografías por ejemplo: 100 años, una época etc. la biografía además de tener una valor funcional en donde los niños aprenden el valor de una información de una vida, los pensamientos, sino que el alumno puede reconstruir su pasado, identificar los hitos por los que ha pasado. Siempre los motiva a indagar más.

Árbol genealógico: Se encarga de indagar el nombre, lugar y año aproximado de su nacimiento, la ocupación de sus padres para armar su árbol genealógico. Es un antecedente para que posteriormente puedan entender a que las líneas del tiempo.

Ver y comprender:  realizar una salida de campo, en donde los niños puedan recorrer calles y anotar todo lo que les parezca histórico, luego buscar fuentes complementarios o cibernéticas para organizarlo de manera cronológica.

La problematización de la docencia de lo socio histórico es una responsabilidad compartida entre los alumnos y el docente a la hora de construir aprendizajes. El resultado final es una formación que se asuma como persona histórica. Con un conocimiento histórico no épico ni onomástico, no cronológico, pero si con la habilidad para problematizar su presente inmediato para transformarlo en una dirección apegada a la razón humana de justicia y solidaridad social, de respeto a la pluralidad y atención social de armonía con el entorno ecológico y la construcción colectiva de una sociedad humana. 

Una nueva enseñanza de la historia implica cambios tanto del docente como del alumno hacia su estudio, pues como en múltiples artículos tratados hemos visto que el método de memorización ya no es funcional (si se usa en exceso y peor aun cuando solo este se emplea), hay que emplear nuevas estrategias, hacer que los alumnos se apropien de los conocimientos, que sean personas reflexivas, que indaguen, que se cuestionen, que analicen es de esta manera, que la historia regresaría hacia su verdadero propósito. La enseñanza de la historia no debe pasar a segundo plano, su estudio es de gran importancia así como de las ciencias exactas, nos puede ayudar para entender el pasado y evitar que pueda ocurrir en un futuro.